
El gato Gabriel asustó al ratón... ¡Qué susto se pegó nuestro amigo Matías! El no esperaba que el gato fuese a pasar por ahí.

El ratón, temblaba como un diente flojo.
Parecía como que el gato fuese un tigre, pero después, se calmó. El ratón antes se había salvado de la trampera. Era su día de suerte.

El gato Gabriel no quería lastimar al ratón. Sólo quería ser su amigo.